Los grupos de confirmación y Neos junto a sus catequistas, seminaristas y párroco hemos podido disfrutar de una convivencia el fin de semana del 17 al 19 de noviembre, en la casa diocesana de Torrelaguna.
Espacio donde hemos podido convivir, orar, jugar... y realizar otras muchas actividades todos juntos, sin importar las diferencia de edades de todos los niños/as.
A continuación compartimos un testimonio de uno de los jóvenes que participó en las convivencia.
Me parece que ha sido una convivencia que llevábamos tiempo esperando, tanto los niños y jóvenes como los catequistas. Nos hemos sentido una gran familia o, al menos, así lo he sentido y vivido yo; con nuestros fallos y errores, por supuesto, pero sabiendo acoplarnos de la mejor manera posible a nuestra tarea en la convi.
Lo he vivido con intensidad y he disfrutado un montón. A pesar de no haber podido estar hasta el final, creo que todo fue encajando; y el resultado fue que todo el mundo salió contento.
Las oraciones para los chavales, han sido espectaculares, ese altar “taaaan” bonito que montaron, me dejo bastante sorprendido; y, por supuesto, la misa que oficio nuestro párroco el sábado, me pareció fenomenal. Y el hecho de que fuera explicando cada rito al ritmo de la celebración cada paso que hacía, y es que de esto aprendí un montón de cosas.
Planteándome, el ambiente en cuanto a otras actividades… no olvidare nunca la cara de entusiasmo de algunos catequistas al jugar a un juego, había ocasiones, que se les veía más ilusionados a ellos que a los niños, o esa maravillosa actuación espectacular con el que nos deleitó uno de nuestros seminaristas, haciéndonos participar a todos.
En fin, me fui sintiendo que así se pueden hacer grandes cosas, y que poco a poco esto va saliendo adelante. A pesar de que tenemos mucho camino por delante, así podemos lograrlo.
Anónimo.