Preparación para la cuaresma con un tiempo de oración y confesión.
Silencio: el Evangelio no recoge ninguna palabra de San José. Nos da idea de ese silencio que debía reinar en toda su vida. Un silencio de palabras, y más todavía un silencio interior, silencio contemplativo, que le permitía estar en unión con Dios.
Adoración: la vida de San José no se entiende si no es en constante adoración a Dios hecho hombre en Jesús. La cercanía y trato continuo con su hijo no impedía, sino que favorecía esa adoración.
Normalidad: absoluta y desconcertante normalidad de su vida en Nazaret. Aunque compartía techo y vida con el Hijo de Dios y la Santísima Virgen. Sin embargo, todo lo que hacía en el día a día era absolutamente normal. Eso sí: hecho todo con tal amor que convertía lo ordinario en extraordinario.
Jovial, alegre: imposible imaginarse a San José si no es lleno de alegría, con una gran sonrisa. Y no le faltaron motivos de tristeza y de preocupación, pero a buen seguro siempre mantenía la alegría, fruto de la confianza en Dios.
Obediente: hasta 4 veces recibe San José las órdenes de Dios, y en sueños. (Pobre San José, ¿Qué pensaría cada noche antes de irse a dormir…?) y en todas las veces la respuesta es rápida, inmediata, sin quejas. Saber cuál es la voluntad divina y disponerse a realizarla es lo mismo en él.
Segundo plano: el Santo supo hacer todo desde un segundo plano, con eficacia, con amor, despareciendo. Ocupándose de todo y de todos, y pasando desapercibido. EL hombre de la presencia diaria, discreta, oculta.
Enternecedor: llena de ternura contemplar a San José en Belén, con el Niño-Dios recién nacido en sus brazos, sus ojos llenos de asombro, y su corazón rebosando alegría. Llena de ternura imaginarlo en Nazaret, jugando con Jesús-Niño. Conmueve ver su mano de carpintero sosteniendo la del pequeño Jesús, enseñándole el oficio de trabajar el madero. Es conmovedor imaginar a San José enseñando a rezar a Jesús con los Salmos. ¿Con que ternura, amor y temblor se encontraría José enseñando a rezar al mismo Hijo de Dios?
Enséñanos José
Cómo se es "no protagonista"
Cómo se avanza sin pisotear.
Como se colabora sin imponerse.
Cómo se ama sin reclamar.
Dinos José, cómo se vive siendo 'el número dos'.
Cómo se hacen cosas fenomenales desde un segundo puesto.
Explícanos José cómo se es grande sin exhibirse.
Cómo se lucha sin aplauso.
Cómo se avanza sin publicidad.
Cómo se persevera y se muere uno sin esperanza de que le hagan un homenaje.
Amén.
El miércoles 2 de marzo es "Miércoles de ceniza". Después de las misas de 10:00 y 19:30 tendrá lugar la imposición de la misma. Para las familias y niños de catequesis la imposición se hará a las 18:00 horas.
Los viernes de cuaresma se celebrarán los vía Crucis a cargo de los diferentes grupos parroquiales. Serán a las 19:00 horas, excepto el poético de la Coral, que será a las 20:00 horas.