Pastoral de la Salud

2023

Desde Pastoral de la Salud, el primer jueves de mes, a las 18:00 horas se rezará el Rosario por los enfermos, con la Exposición del Santísimo.


Presentación y Temas de Formación para la Jornada Mundial del Enfermo 2021

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PRESENTACIÓN DE TEMAS 2021
TEMAS DE FORMACION 2021 PRESENTACION PAS
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Francesc Pardo Artigas

Obispo de Girona y Responsable del Departamento

 Tema para la Jornada Mundial del Enfermo del año 2021: “Uno solo es vuestro maestro y todos vosotros sois hermanos” (Mt 23, 8). 



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La soledad, pandemia del siglo XXI
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El porqué de la soledad. Las causas
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La soledad en la era de las comunicaciones
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La soledad en los más vulnerables: enfermos y personas mayores
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La soledad del enfermo y su familia
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La soledad en la persona mayor y su familia
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Las personas solas, retos de salud
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El acompañamiento pastoral de la soledad
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La soledad, necesidad espiritual y religiosa
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La soledad y la Pastoral de la Salud
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campaña del enfermo 2021

La Campaña del Enfermo se inicia el 11 de Febrero, día de la Virgen de la Virgen Lourdes y concluye el VI Domingo de Pascua. (9 de Mayo).

El lema central de la Campaña de este año es: “Cuidémonos mutuamente”, con el tema bíblico “Uno solo es vuestro maestro y todos vosotros sois hermanos” (Mt 23, 8). “Nunca como ahora hemos sido llamados a darnos cuenta de cuánto la responsabilidad personal es un bien para todos. Quien acepta las reglas y el comportamiento necesarios para defenderse del contagio contribuye a limitarlo para los demás” (Carta del Abad General OCist para el tiempo de epidemia, 15-III-2020).

 

  1. Esperamos que esta Campaña del Enfermo nos ayude a tomar conciencia de la mutua responsabilidad y la necesidad de cuidarnos y acompañar la soledad en tiempos difíciles, siendo creativos y responsables.
  2. La relación interpersonal de confianza es fundamento de la atención del enfermo. El proceso asistencial al enfermo no es únicamente un servicio profesional, algo que se realiza con un espíritu de servicio, un deber, sino que se convierte más bien en algo natural, fisiológico, en ayudar al otro, que es un hermano. Con mayor razón, puesto que se trata de una ayuda que no es solo física, sino también psicológica y espiritual, porque se dirige a la persona del hermano en su totalidad. Hay que volver a proponer aquella igualdad que existe, entre quienes necesitan ser atendidos y quienes les asisten. Una asistencia que se convierte así, en un testimonio de las relaciones fraternas que se deberían establecer en el ámbito de la Iglesia, con el objetivo de la curación. En el ámbito de la pastoral de la salud, incluso si ya no hay ninguna posibilidad de que el cuerpo mejore, se puede siempre actuar y aspirar a una curación. De hecho, la curación no solo significa recuperación física, sino que también significa la pacificación psicológica, la fe, la fuerza interior, el valor, la fuerza moral. es decir, la capacidad de no ir a la deriva, aunque el cuerpo se esté desmoronando (cf. Propuesta para la Jornada Mundial del Enfermo 2021, Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral).
  3. Pueden ayudar algunas afirmaciones del Papa Francisco en las Catequesis con motivo de la pandemia:
  4. “La pandemia sigue causando heridas profundas, desenmascarando nuestras vulnerabilidades. Son muchos los difuntos, muchísimos los enfermos, en todos los continentes. (…) Por eso debemos tener bien fija nuestra mirada en Jesús (cfr. Hb 12, 2) y con esta fe abrazar la esperanza del Reino de Dios que Jesús mismo nos da” (5 de agosto de 2020).
  5. “Ante de la pandemia y sus consecuencias sociales, muchos corren el riesgo de perder la esperanza. En este tiempo de incertidumbre y de angustia, invito a todos a acoger el don de la esperanza que viene de Cristo. Él nos ayuda a navegar en las aguas turbulentas de la enfermedad, de la muerte y de la injusticia, que no tienen la última palabra sobre nuestro destino final” (26 de agosto de 2020).
  6. “La pandemia ha puesto de relieve lo vulnerables e interconectados que estamos todos. Si no cuidamos el uno del otro, empezando por los últimos, por los que están más afectados, incluso de la creación, no podemos sanar el mundo. (…) El coronavirus no es la única enfermedad que hay que combatir, sino que la pandemia ha sacado a la luz patologías sociales más amplias. Una de estas es la visión distorsionada de la persona, una mirada que ignora su dignidad y su carácter relacional. A veces miramos a los otros como objetos, para usar y descartar. En realidad, este tipo de mi- rada ciega y fomenta una cultura del descarte. (…) Pidamos, por tanto, al Señor que nos dé ojos atentos a los hermanos y a las hermanas, especialmente a aquellos que sufren. Como discípulos de Jesús no queremos ser indiferentes ni individualistas, estas son las dos actitudes malas contra la armonía. Indiferente: yo miro a otro lado. Individualistas: mirar solamente el propio interés. (…) Que el Señor pueda ‘devolvernos la vista’ para redescubrir qué significa ser miembros de la familia humana. Y que esta mirada pueda traducirse en acciones concretas de compasión y respeto para cada persona” (12 de agosto de 2020).
  7. “Para salir de una pandemia, es necesario cuidarse y cuidarnos mutuamente. También debemos apoyar a quienes cuidan a los más débiles, a los enfermos y a los ancianos. Existe la costumbre de dejar de lado a los ancianos, de abandonarlos: está muy mal. Estas personas —bien definidas por el término español “cuidadores”—, los que cuidan de los enfermos, desempeñan un papel esencial en la sociedad actual (…) El cuidado es una regla de oro de nuestra humanidad y trae consigo salud y esperanza. Cuidar de quien está enfermo, de quien lo necesita, de quien ha sido dejado de lado: es una riqueza humana y también cristiana” (16 de septiembre de 2020).

 

MENSAJE DEL SANTO PADRE FRANCISCO

PARA LA XXIX JORNADA MUNDIAL DEL ENFERMO

Uno solo es vuestro Maestro y todos vosotros sois hermanos (Mt 23,8). La relación de confianza, fundamento del cuidado del enfermo.

 

Queridos hermanos y hermanas:

 

La celebración de la 29.a Jornada Mundial del Enfermo, que tendrá lugar el 11 de febrero de 2021, memoria de la Bienaventurada Virgen María de Lourdes, es un momento propicio para brindar una atención especial a las personas enfermas y a quienes cuidan de ellas, tanto en los lugares destinados a su asistencia como en el seno de las familias y las comunidades. Pienso, en particular, en quienes sufren en todo el mundo los efectos de la pandemia del coronavirus. A todos, especialmente a los más pobres y marginados, les expreso mi cercanía espiritual, al mismo tiempo que les aseguro la solicitud y el afecto de la Iglesia.

 

1. El tema de esta Jornada se inspira en el pasaje evangélico en el que Jesús critica la hipocresía de quienes dicen, pero no hacen (cf. Mt 23,1-12). Cuando la fe se limita a ejercicios verbales estériles, sin involucrarse en la historia y las necesidades del prójimo, la coherencia entre el credo profesado y la vida real se debilita. El riesgo es grave; por este motivo, Jesús usa expresiones fuertes, para advertirnos del peligro de caer en la idolatría de nosotros mismos, y afirma: «Uno solo es vuestro maestro y todos vosotros sois hermanos» (v. 8).

La crítica que Jesús dirige a quienes «dicen, pero no hacen» (v. 3) es beneficiosa, siempre y para todos, porque nadie es inmune al mal de la hipocresía, un mal muy grave, cuyo efecto es impedirnos florecer como hijos del único Padre, llamados a vivir una fraternidad universal.

Ante la condición de necesidad de un hermano o una hermana, Jesús nos muestra un modelo de comportamiento totalmente opuesto a la hipocresía. Propone detenerse, escuchar, establecer una relación directa y personal con el otro, sentir empatía y conmoción por él o por ella, dejarse involucrar en su sufrimiento hasta llegar a hacerse cargo de él por medio del servicio (cf. Lc 10,30-35).

 

2. La experiencia de la enfermedad hace que sintamos nuestra propia vulnerabilidad y, al mismo tiempo, la necesidad innata del otro. Nuestra condición de criaturas se vuelve aún más nítida y experimentamos de modo evidente nuestra dependencia de Dios. Efectivamente, cuando estamos enfermos, la incertidumbre, el temor y a veces la consternación, se apoderan de la mente y del corazón; nos encontramos en una situación de impotencia, porque nuestra salud no depende de nuestras capacidades o de que nos “angustiemos” (cf. Mt 6,27).

La enfermedad impone una pregunta por el sentido, que en la fe se dirige a Dios; una pregunta que busca un nuevo significado y una nueva dirección para la existencia, y que a veces puede ser que no encuentre una respuesta inmediata. Nuestros mismos amigos y familiares no siempre pueden ayudarnos en esta búsqueda trabajosa.

A este respecto, la figura bíblica de Job es emblemática. Su mujer y sus amigos no son capaces de acompañarlo en su desventura, es más, lo acusan aumentando en él la soledad y el desconcierto. Job cae en un estado de abandono e incomprensión. Pero precisamente por medio de esta extrema fragilidad, rechazando toda hipocresía y eligiendo el camino de la sinceridad con Dios y con los demás, hace llegar su grito insistente a Dios, que al final responde, abriéndole un nuevo horizonte. Le confirma que su sufrimiento no es una condena o un castigo, tampoco es un estado de lejanía de Dios o un signo de su indiferencia. Así, del corazón herido y sanado de Job, brota esa conmovida declaración al Señor, que resuena con energía: «Te conocía sólo de oídas, pero ahora te han visto mis ojos» (42,5).

 

3. La enfermedad siempre tiene un rostro, incluso más de uno: tiene el rostro de cada enfermo y enferma, también de quienes se sienten ignorados, excluidos, víctimas de injusticias sociales que niegan sus derechos fundamentales (cf. Carta enc. Fratelli tutti, 22). La pandemia actual ha sacado a la luz numerosas insuficiencias de los sistemas sanitarios y carencias en la atención de las personas enfermas. Los ancianos, los más débiles y vulnerables no siempre tienen garantizado el acceso a los tratamientos, y no siempre es de manera equitativa. Esto depende de las decisiones políticas, del modo de administrar los recursos y del compromiso de quienes ocupan cargos de responsabilidad. Invertir recursos en el cuidado y la atención a las personas enfermas es una prioridad vinculada a un principio: la salud es un bien común primario. Al mismo tiempo, la pandemia ha puesto también de relieve la entrega y la generosidad de agentes sanitarios, voluntarios, trabajadores y trabajadoras, sacerdotes, religiosos y religiosas que, con profesionalidad, abnegación, sentido de responsabilidad y amor al prójimo han ayudado, cuidado, consolado y servido a tantos enfermos y a sus familiares. Una multitud silenciosa de hombres y mujeres que han decidido mirar esos rostros, haciéndose cargo de las heridas de los pacientes, que sentían prójimos por el hecho de pertenecer a la misma familia humana.

La cercanía, de hecho, es un bálsamo muy valioso, que brinda apoyo y consuelo a quien sufre en la enfermedad. Como cristianos, vivimos la projimidad como expresión del amor de Jesucristo, el buen Samaritano, que con compasión se ha hecho cercano a todo ser humano, herido por el pecado. Unidos a Él por la acción del Espíritu Santo, estamos llamados a ser misericordiosos como el Padre y a amar, en particular, a los hermanos enfermos, débiles y que sufren (cf. Jn 13,34-35). Y vivimos esta cercanía, no sólo de manera personal, sino también de forma comunitaria: en efecto, el amor fraterno en Cristo genera una comunidad capaz de sanar, que no abandona a nadie, que incluye y acoge sobre todo a los más frágiles.

A este respecto, deseo recordar la importancia de la solidaridad fraterna, que se expresa de modo concreto en el servicio y que puede asumir formas muy diferentes, todas orientadas a sostener al prójimo. «Servir significa cuidar a los frágiles de nuestras familias, de nuestra sociedad, de nuestro pueblo» (Homilía en La Habana, 20 septiembre 2015). En este compromiso cada uno es capaz de «dejar de lado sus búsquedas, afanes, deseos de omnipotencia ante la mirada concreta de los más frágiles. […] El servicio siempre mira el rostro del hermano, toca su carne, siente su projimidad y hasta en algunos casos la “padece” y busca la promoción del hermano. Por eso nunca el servicio es ideológico, ya que no se sirve a ideas, sino que se sirve a personas» (ibíd.).

 

4. Para que haya una buena terapia, es decisivo el aspecto relacional, mediante el que se puede adoptar un enfoque holístico hacia la persona enferma. Dar valor a este aspecto también ayuda a los médicos, los enfermeros, los profesionales y los voluntarios a hacerse cargo de aquellos que sufren para acompañarles en un camino de curación, gracias a una relación interpersonal de confianza (cf. Nueva Carta de los agentes sanitarios [2016], 4). Se trata, por lo tanto, de establecer un pacto entre los necesitados de cuidados y quienes los cuidan; un pacto basado en la confianza y el respeto mutuos, en la sinceridad, en la disponibilidad, para superar toda barrera defensiva, poner en el centro la dignidad del enfermo, tutelar la profesionalidad de los agentes sanitarios y mantener una buena relación con las familias de los pacientes.

Precisamente esta relación con la persona enferma encuentra una fuente inagotable de motivación y de fuerza en la caridad de Cristo, como demuestra el testimonio milenario de hombres y mujeres que se han santificado sirviendo a los enfermos. En efecto, del misterio de la muerte y resurrección de Cristo brota el amor que puede dar un sentido pleno tanto a la condición del paciente como a la de quien cuida de él. El Evangelio lo testimonia muchas veces, mostrando que las curaciones que hacía Jesús nunca son gestos mágicos, sino que siempre son fruto de un encuentro, de una relación interpersonal, en la que al don de Dios que ofrece Jesús le corresponde la fe de quien lo acoge, como resume la palabra que Jesús repite a menudo: “Tu fe te ha salvado”.

 

5. Queridos hermanos y hermanas: El mandamiento del amor, que Jesús dejó a sus discípulos, también encuentra una realización concreta en la relación con los enfermos. Una sociedad es tanto más humana cuanto más sabe cuidar a sus miembros frágiles y que más sufren, y sabe hacerlo con eficiencia animada por el amor fraterno. Caminemos hacia esta meta, procurando que nadie se quede solo, que nadie se sienta excluido ni abandonado.

Le encomiendo a María, Madre de misericordia y Salud de los enfermos, todas las personas enfermas, los agentes sanitarios y quienes se prodigan al lado de los que sufren. Que Ella, desde la Gruta de Lourdes y desde los innumerables santuarios que se le han dedicado en todo el mundo, sostenga nuestra fe y nuestra esperanza, y nos ayude a cuidarnos unos a otros con amor fraterno. A todos y cada uno les imparto de corazón mi bendición.

 

Roma, San Juan de Letrán, 20 de diciembre de 2020, cuarto domingo de Adviento.

Francisco




Cursos del cefor

"NO TEMAS PORQUE YO ESTOY CONTIGO"

ACOMPAÑAR LA SOLEDAD

2020

Estos cursos están abiertos a todos los que quieran ir

A continuación se muestra el programa del Curso de Formación a nivel de Vicaria que se imparte todos los años en CEFOR (calle Entrearroyos 19 Madrid) Parroquia Ntra. Sra. de Moratalaz. Son los 3 lunes del mes de marzo. Los días 2, 9 y 16.

 

El miércoles 25 de marzo es la clausura con una Eucaristía oficiada por don Juan Carlos Burgos, director de lCEFOR en la Parroquia Ntra. Sra. de Martala a las 19.30 (calle de Fobos, 2. Madrid). 

 

EUCARISTIA – 25 DE MARZO

Oficiada por don Juan Carlos Burgos. Director del CEFOR

Ntra. Sra. de Martala a las 19.30 (C/. de Fobos, 2. Madrid)

 

ESCUELA VICARIA III – CEFOR

SEDE: CEFOR (Entre Arroyos 19 Madrid)

 

PRIMER TEMA: Ponente:

                       María Jesús Núñez. Médico

                       Lunes  02 de marzo de 2020, 17.30 h.

 

SEGUNDO TEMA: Ponente:

                        Pablo Morales. Responsable P. Salud del H. Beata Mariana de Jesús

                        Lunes 9 de marzo de 2020, 17.30 h

 

TERCER TEMA: Ponente:

                      Amaya Palomo. Médico Geriatra del Hospital de Torrejón

                      Lunes 16 de marzo de 2020, 17.30 h




acompañamiento en navidad

Visitas a los mayores - 3 de enero de 2020

El viernes día 3 de enero la pastoral de la salud junto con los jóvenes de nuestra parroquia estuvimos visitando a nuestros mayores para llevarle un poco de alegría cantándoles villancicos.

 

Fue una tarde preciosa. Todas nos esperaban con ilusión y la bandeja llena de dulces. Agradecieron muchísimo nuestra visita y al cantar villancicos se acordaban de sus buenos tiempos.



Curso 2019-2020





Los Jóvenes colaboran con la Pastoral de la Salud

01/01/2017

 

Este año los jóvenes de nuestra Parroquia han querido celebrar la Navidad dando una sorpresa a los enfermos de Pastoral de la Salud  llevándoles su alegría y cariño, cantándoles unos villancicos.

 

Estas personas que están solas han recibido con gran ilusión la mayor alegría que se puede dar en estas fechas: un ratito de compañía.

 

En las siguientes fotografías queda reflejado parte del gran momento vivido entre los jóvenes y los enfermos de nuestra parroquia. 



Escuela de Pastoral dela Salud

Hemos del Arzobispado de Madrid un Programa de Formación de Pastoral de la Salud que organiza la Delegación Episcopal, dura 2 años con una charla mensual en Madrid capital, en Colmenar Viejo y en las Rozas.

 

Si hay alguna persona que esté interesada en asistir puede hacerlo o preguntar por Ana Casas en la Parroquia. 

 

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Escuela Pastoral de la Salud
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XLI Jornadas de Pastoral de la Salud

Adjuntamos un comunicado de las XLI Jornadas Nacionales de la Pastoral de la Salud, celebradas en Madrid, del 19 al 22 de septiembre.

Estas jornadas fueron presididas por el Obispo don Jesús Fernández, responsable de la Pastoral de la Salud de la CEE y Obispo Auxiliar de Santiago de Compostela.

Comunicado de las Jornadas

Mensaje General de la Jornada Nacional de Delegados de la Pastoral de la Salud, de delegaciones de pastoral de la salud diocesanas convocada por la Conferencia Episcopal Española en su departamento de Pastoral de la Salud.

 

El curso 2016-17 tendrá como fondo el tema “Pastoral de la salud y ecología integral. Cuidar la tierra, cuidar personas”.

 

La Ecología afecta directamente a la salud. Degradar el mundo es degradar la salud y provocar enfermedad. Por tanto,  cuidar de la Tierra es apostar por la salud de las personas. Y para cuidar a las personas es fundamental buscar soluciones integrales y cuidar la Tierra. Recordando las palabras del Génesis el plan de Dios sitúa al ser humano dentro de la Creación con el encargo de labrar y cuidar el jardín del mundo, lo que significa protegerlo y custodiarlo. Es necesario hacer un uso responsable de las cosas, reconocer que los demás seres vivos tienen un valor propio. La Humanidad necesita cambiar.

 

Tenemos un desafío cultural, espiritual y educativo. Debemos generar una mayor responsabilidad, un fuerte sentido comunitario una especial capacidad de cuidado una creatividad más generosa un entrañable amor a la propia Tierra. Una denuncia profética de los posibles riesgos a la salud.

 

La crisis socio-ambiental es una llamada a vivir una conversión ecológica respondiendo a la vocación de protectores de la obra de Dios. Cuidar la Tierra cuidar las Personas. Ante esta realidad como agentes de Pastoral de la Salud sentimos la responsabilidad de hacer presente esta concepción socio-ambiental en nuestros ámbitos de misión:  hospitales, residencias, domicilios, parroquias. Entendiendo por salud el conjunto de relaciones armónicas entre Dios, la Creación y la Humanidad lo que sucede al conjunto del planeta no nos es ajeno, y debemos asumir la responsabilidad de predicar el desequilibrio creado y trabajar por una salud integral de la Tierra y de las personas. Nuestra misión no es sólo cuidar a las personas enfermas sino dar vida y vida en abundancia.

 

Madrid, viernes 23 de septiembre de 2016.

 

Estas son las orientaciones, los criterios, el objetivo que guiará nuestra campaña de la salud en todas nuestras diócesis de España durante este próximo año 2017, durante este curso pastoral que ya ha comenzado.

 

Pidamos al Señor por su fruto, pidamos con confianza poniendo por intercesora a la Virgen  Santísima que es salud de los enfermos.



Pastoral de la Salud


¿QUIENES SOMOS?


Un grupo de personas en la actualidad 13, todas mujeres, que nos reunimos con el objetivo de animar y coordinas la acción de la parroquia en el campo de la salud y la enfermedad. Así nuestro compromiso es la presencia y la acción de la Iglesia, buscando llevar la luz y la gracia del Señor a los que sufren y a los que cuidan de ellos.

 

Generalmente se nos conoce como “las visitadoras de enfermos” porque como grupo viene funcionando varios años, ya que la atención a los enfermos es uno de los aspectos fundamentales de la acción pastoral de una parroquia.

 

Hay que decir que este grupo es un grupo abierto, y pueden formar parque de él todas aquellas personas hombres y mujeres, que se sientan llamados a vivir su compromiso alentando y ayudando a las personas mayores y enfermas, acompañándolas con la fuerza de la oración y la gracia del sacramento.



¿COMO FUNCIONAMOS?


Nos reunimos el primer lunes de mes.

 

En esta reunión se empieza siempre con unos minutos de oración, para después pasar a la lectura de un texto de la Sagrada Escritura, que se reflexiona desde la sensibilidad que proviene del contacto con los enfermos.

 

En las reuniones también se revisa cómo estamos llevando a cabo el servicio de atender a los enfermos (en casa, o ingresados) dificultades que encontramos, avances, experiencias satisfactorias etc. Llegando siempre al descubrimiento de que si para el enfermo la visita supone una alegría, para nosotras es experiencia de fe y de evangelización el contacto con ellos.

Las visitas en los domicilios de los enfermos se realizan, según la necesidad, semanal, quincenal o mensualmente, en ellas se habla con los enfermos y con las personas que los atienden.

 

Periódicamente la visita se realiza con el sacerdote, dando la oportunidad de que reciban el sacramento de la penitencia y la comunión.


Curso de formación febrero 2016


Pastoral de la salud informa:

 

Como cada año comienza el Curso de formación de Pastoral de la Salud en la Vicaría.

 

La campaña de este año 2016, con el tema central. MARIA, ICONO DE LA CONFIANZA Y EL ACOMPAÑAMIENTO. Con el Lema: “Haced lo que Él os diga”.

 

CURSO DE FORMACIÓN- VICARIA III

 

ORACION – 17 FEBRERO

Andrés Huertas. Director del CEFOR

CEFOR a las 17.30 (Entre Arroyos, 19. Madrid)

 

ESCUELA VICARIA III – CEFOR

SEDE: CEFOR (Entre  Arroyos, 19. Madrid)

 

PRIMER TEMA: Presentación de la campaña.

                      María de la escucha y la confianza

                     Gerardo Dueñas, Subdelegado Episcopal

                     Jueves 25 de febrero de 2016, 17.30 h

 

 

 

SEGUNDO TEMA: María del cuidado y esperanza de los                            enfermos

                     Claudio Garria. Párroco de La Visitación de                          Ntra. Sra.

                     Jueves 3 de marzo de 2016, 17.30 h

 

TERCER TEMA: María, madre a servicio de los que están                            solos

                     Pablo Morales, Departamento de Pastoral                            Hospital Beata María Ana

                     Jueves 10 de marzo de 2016, 17.30 h.

 

CUARTO TEMA: María, Madre de Misericordia

                    Jesús Conde. Consiliario de Ntra. Sra. de                               Lourdes

                    Jueves 17 de marzo de 2016, 17.30 h

 

 

 


* Los cursos están abiertos a todas las personas interesadas.